El mármol es un material que cada día se utiliza más para dar un toque de lo más elegante a diferentes espacios. En este artículo te vamos a contar cómo puedes distinguir un material de buena calidad de uno de mala calidad. ¿Quieres saber más?
En la actualidad, hay piezas de mármol que no son de tan buena calidad. ¿Qué sucede entonces? Que, si buscas las características básicas de este material (durabilidad, resistencia…), puede que no te las ofrezca. Por eso, es importante saber diferenciar la calidad. A continuación, te enseñamos a hacerlo.
Lo primera diferencia sustancial es el color. En una pieza de calidad elevada, no habrá grandes diferencias en sus tonos. Aunque puedan existir matices distintos, no vas a ver zonas que te causen un gran impacto visual por un color diferencial demasiado agresivo.
Una de las características más importantes de un mármol de calidad es su brillo. De hecho, se trata de uno de los aspectos que hacen que este material sea apreciado por su gran belleza. ¿Por qué? Porque, si la pieza es buena, debe tener un brillo muy alto, como si fuese casi un espejo.
En materiales de calidad un poco más baja, este brillo resultará mucho más sucio, como si se tratase de un espejo roto.
¿Cómo son las vetas del mármol de calidad? Muy suaves y discretas. Si quieres diferenciar de forma sencilla uno del otro, debes fijarte en ellas. En el caso del que tiene una calidad un poco más baja, verás muchas más impurezas, que están causadas por culpa de la mezcla de la piedra original con otros minerales.
Si hablamos de aspectos técnicos, un mármol de buena calidad tiene los mismos que uno de mala. Pero a la hora de buscar ciertas características sí que se nota que un material resulta mejor o peor. Algunos de estos aspectos técnicos son: la resistencia al calor, el aguante a los golpes, la resistencia a los rayados… Lo bueno es que hay pruebas que puedes hacer para comprobar cómo es el material. Te las contamos a continuación.
Es una de las formas más sencillas de saber si un mármol es de buena calidad. Para hacerla, solo tendrás que analizar la pieza y encontrar algún punto en la superficie (normalmente, están en las esquinas). Cuando lo tengas localizado, debes echar unas gotas de vinagre blanco sobre él. Si el material es de buena calidad, a los pocos segundos deberías ver que aparecen unas pequeñas burbujas.
El ácido clorhídrico de forma diluida también puede enseñarte si el mármol que tienes delante es de verdad o artificial. Resulta tan fácil como echar unas gotas sobre la pieza y esperar a que se haga espuma. Si esta no aparece, el mármol es completamente artificial.
Para comprobar la densidad interior de la piedra, hay una prueba que no te llevará mucho tiempo. Además, solo necesitas una moneda. Debes golpear el mármol con ella y atender al sonido. Si este resulta claro y con melodía, la pieza que tienes delante es dura y tiene una densidad alta. Si, por el contrario, escuchas un sonido sordo, la densidad resulta muy baja y, por lo tanto, la calidad también lo será.
Como puedes ver, hay formas para saber si un mármol cuenta con la calidad elevada que buscas. Fíjate en aspectos como el brillo o la coloración para asegurarte de que lo que estás adquiriendo es del nivel que esperas.
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